viernes, 29 de mayo de 2015

El ruedo urbano


Erick Miranda

La caballería de acero y chromoly estaba lista. Los dos potros urbanos, recién salidos del cobertizo, presumían su flagrante servicio completo: tintura, ajuste y engrasado. Uno era pinto y otro albino; enfilados esperaban su cabalgata vespertina.
Los jinetes que se disponían a montarlos eran talludos, corpulentos y bronceados. El nombre del más alto era Antwan, mientras que el otro, ligeramente más bajo, se llamaba Kired. Ambos gozaban de reflejos felinos, forzudas piernas, un sublime sentido de ubicación y una miopía en segundo grado.
Era una tarde de domingo y el clima pintaba para un recorrido veraniego. Los dos subieron a las rampantes bestias y, con una pierna en cada costado y los pies en los estribos, emprendieron marcha. Las cadenas se tensaron y los ruedos comenzaron a virar.
Partieron de un sendero, cruzaron un puente y una callejuela los incorporó a la rambla central. Acorde al paso del asfalto, la velocidad se agudizó y la seguridad en sus piernas se reiteró a cada vuelta. No había carros ni carruajes que se interpusieran entre ellos y el horizonte.
Los corceles metálicos, con sus herraduras tubulares de nylon, serpenteaban por el centro del pueblo a un galope promedio, cuando de pronto, el jinete más bajo lanzó un aullido al cielo expresando: -¡Cuidaaaado!-.
Una bandada de lugareños se abalanzó a la corredera y embistió a Kired, lanzándolo contra el enlozado. El reacio pinto se desplomó raspando el sillín, aflojando la polea y desviando la tijera de rienda.
Seis de los andariegos cayeron junto a la acémila. Dos de ellos se reincorporaron, mientras que el resto permaneció en el suelo... Kired yacía en el piso, y entre quimeras distinguió quejidos y llantos. Algo había salido mal.



***

Iniciales

Hace menos de una década que el uso de la bicicleta se ha ido incorporando al vaivén cotidiano de nuestras ciudades mexicanas. Monterrey, Guadalajara, Toluca, y Morelia son algunas de las más importantes que han despertado interés por el ciclismo, e incluso han demandado la creación y adaptación de espacios públicos para el uso exclusivo de los referidos vehículos no motorizados.
La Ciudad de México no se ha quedado rezagada en materia competente, y de hecho, podría afirmarse que ha sido la más entusiasta frente a tal menester.
Proyectos urbanísticos como el establecimiento del Sistema de Transporte Público Individual EcoBici, la construcción de ciclovías (equipadas con bordillos de seguridad y señalamientos), o la adaptación de ciclocarriles en vías públicas, dan prueba de los avances que se han logrado en función.
No obstante, el desarrollo no ha sido del todo equitativo en el Distrito Federal, pues sólo las delegaciones Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Benito Juárez y más recientemente Coyoacán, cuentan con una infraestructura formal para el tratamiento del llamado ciclismo urbano.
Mientras tanto, en las 12 demarcaciones restantes sucesos contrarios han ocurrido: se perdieron espacios, que si bien no habían sido institucionalmente modificados y legitimados, al menos resultaban funcionales, en un principio, para las comunidades de las colonias por las que transitaban.


Ejemplo de lo último dicho, y que hace sólo tres meses se reivindicó de manera oficial, fue Coyoacán (2011), debido a que los ciclocarriles confinados, que rodeaban las inmediaciones y el centro histórico de la delegación, cuya inauguración no rebasaba el año, habían quedado en el recuerdo y una que otra pinta en el asfalto.





Otro caso, en la misma delegación, ocurrió en la Av. Santa Úrsula, donde no sólo se llegó a invadir dicha zonas, sino a ignorarla por completo, tanto por automovilistas locales y transitorios, como por el comercio informal.



En tales casos, la pérdida de dichas rutas no se debió a un mal funcionamiento o a un desuso casi permanente, sino fueron propiciadas por locatarios y conductores que en más de la veces obstruyeron e invadieron la zona, orillando a la comunidad ciclista a abandonarla por cuestiones de intransitabilidad y riesgo.

***

Kired se reincorporó con dificultad del suelo. Sin una gota de aliento y frotándose buena parte de la nuca, que por ley queda al descubierto de la protección craneal, se aproximó a los andariegos abatidos. Se inclinó sobre ellos y estiró los brazos para ayudarles a levantarse. -¿Están bien?- preguntó él.
Unos contestaron, mientras que el resto se limitó a mirarlo de manera iracunda. Pablo, el líder de los involucrados, se precipitó a tomar al Kired de sus ropajes y protecciones de forma brusca: inmovilizándolo. Ambos discutieron casi al grado de desenvainar los puños.
Antwan, quien había presenciado poco del incidente por adelantar carrera, regresó en busca de sus compañeros de viaje. Levantó al pinto, de aquel adoquinado frío, y junto al albino lo estacionó en la orilla del paseo, muy cerca de donde ya se había formado un tumulto.
Tres de los embestidores salieron heridos del encontronazo: una mujer de avanzada edad y dos infantes. El nombre de la anciana era Martha. Liliana y Eduardo el de los pequeños.
Pablo mandó a llamar, instintivamente, a un par gendarmes auxiliares, y el percance tomó seriedad legal. Vestidos de ultramarino llegaron dos guardias merodeadores, ostentando insignia, tolete y revólver. Los seis involucrados acusaron en contra del jinete que montaba al pinto.
Cuatro transeúntes defendieron a Kired, porque él circulaba bajo promesa y derecho vial al momento del choque. Sin embargo, ya habían llegado más gendarmes sensibleros, que dieron razón a la contra parte por ver a los críos llorar. La inclinación de la balanza era evidentemente.

El acorralado tuvo sólo dos opciones: irse preso hasta que el diagnóstico de una institución pública diera de alta a los heridos, o, asumir la responsabilidad de los gastos médicos en un sanatorio particular.
Kired optó por la vía carcelaria y justa... pero de último momento, Edgar, su progenitor, llegó a la escena y se interpuso a tal decisión: reivindicó el trato y asumió el compromiso.

***

De accidentes y hechos

Un percance puede ocurrirle a cualquiera en el lugar y horario menos insospechado. Sin embargo, la posibilidad de que un capitalino en bicicleta sea victima de un accidente automovilístico resulta en exceso alarmante, debido a que los automovilistas no respetan el reglamento de tránsito y los peatones las señalizaciones de la vía pública.
Estudios del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revelaron que durante 2012, a nivel nacional, habían tenido lugar 5,546 encontronazos entre vehículos motorizados y bicicletas; y 144 colisiones entre ciclistas y peatones.
No obstante, el mismo estudio apuntó que de esos 5,546 accidentes entre vehículos motorizados y bicicletas, sólo hubo 163 en las 16 delegaciones de la capital; y que, sorprendentemente, de los 144 peatones atropellados por bicicleta sólo uno correspondía al Distrito Federal.
Pese a todo, y en relación a lo antes dicho, la Agencia de Gestión Urbana de la Ciudad de México (AGU) estima que la capital está por alcanzar el 4to lugar dentro de las ciudades con mayor infraestructura sustentable a nivel internacional, sin embargo, resulta evidente que faltan muchas acciones para convertirla en una de las más seguras en cuanto a movilidad urbana.
Al respecto, José María Palacios Lagarde, investigador del Instituto Mexicano de Urbanismo (IMU), asegura que fenómenos como el ciclismo urbano nacen de la sociedad civil y posteriormente son adoptados por los gobiernos y la ciudad, debido a la complejidad que ésta última representa: espacio, infraestructura, educación y conciencia.

De tal suerte, miles de ciclistas y activistas afines se han organizado a través de redes sociales para coordinar movilizaciones, tomas simbólicas y manifestaciones pacificas en virtud de denunciar y exigir el respeto que la comunidad merece.
Asimismo, Palacios apunta que distintas asociaciones civiles y colectivos han unido esfuerzos no sólo para promover el uso de la bicicleta, sino también para demandar una mayor inversión en cuanto a infraestructura cicloviária.
Dentro de los grupos con mayor injerencia a nivel nacional destacan: Bicitekas A. C., Conoce México en Bicicleta A. C., la Federación Mexicana de Ciclismo, A. C., los Insolentes A. C. y el Centro de Transporte Sustentable de México A. C.




***

Kired discutió durante un par de minutos con su padre por haber intervenido de forma tan frenética. No obstante, la decisión era irrevocable y para dar prueba de ello fue elaborado un pacto por escrito entre Pablo y Edgar. Las firmas fueron plasmadas y el dueño del pinto guardó silencio.
Antwan, con el rostro indignado, se acercó a discutir con los gendarmes. Ellos vapulearon las argumentaciones en defensa de su camarada e igualmente tuvo que callar... él se desplazó hasta su colega y con rabia en los ojos prometió que llevaría de regreso a los potros al cobertizo de donde emprendieron camino.
Los jinetes se estrecharon la mano y el hombro. Kired diagnosticó ligeras averías en el pinto y se despidió de él; Antwan y las dos bestias desaparecieron entre la multitud… A lo lejos, se advirtió que un estruendoso carro se aproximaba para trasladar a los lesionados.
Martha declaró tener una fractura en las costillas y los paramédicos no dudaron en subirla a una camilla. Ella viajó acostada. Los dos niños se sentaron junto a Pablo, quien no dejó de prestarle atención a la anciana durante todo el camino. Edgar y Kired se fueron hasta el final del carro, sentados en una homologa plataforma blanca, donde no se dirigieron palabra o mirada alguna.
Luego de un no tan largo camino, las ensordecedoras trompetas languidecieron y el carro se detuvo frente un sanatorio de aspecto inseguro y fachadas azules. El conductor salió primero y el copiloto después. Uno de ellos abrió la puerta desde afuera y descendieron los responsables obligados y enseguida los culpables.

***

De ayer y hoy

Actualmente, se tiene registro de que la Ciudad de México cuenta con 128 kilómetros cuadrados de ciclovías operantes, incluidas las rutas de la iniciativa EcoBici (cerca de 60 km) entre distintos proyectos delegacionales, así como 444 cicloestaciones y 6 mil 500 bicicletas activas del mismo proyecto.
Sin embargo, Palacios apunta que, aunque dicha cifra parezca ostentosa, tales planes tienen aún mucho por invertir y abarcar, porque si bien son cuatro las delegaciones beneficiadas por un programa del Gobierno del Distrito Federal, son pocas las colonias que cuentan con una infraestructura seria que garantice una segura y libre movilidad.
Al respecto, cabe apuntar que las políticas públicas que se han implementado en los dos últimos gobiernos de la capital, a cargo del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y por parte de Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera, parecen ser de las más comprometidas en cuanto a infraestructura cicloviária se refiere, porque desde dichas gestiones no sólo fueron creadas dichas obras urbanas, sino también facilitadas y extendidas.
Así pues, resulta importante señalar que durante la celebración
 del 5º aniversario del programa EcoBici, Miguel Ángel Mancera anunció que este año (2015) se prevé una extensión más en la delegación Benito Juárez de 10 km de ciclovía, la cual buscará unir la infraestructura existente, con la recién inaugurada, y la que se construirá en las avenidas Patriotismo y Revolución.



Pese a todo, es meritorio evidenciar que antes de invertir en un nuevo proyecto urbanístico, lo más apropiado sería dar mantenimiento a las rutas establecidas, porque a la fecha existen distintos espacios confinados que requieren trabajos de remodelación y, en algunas casos, de reconstrucción total.




Algunas de las obras más afectadas son: la Ciclovía Modelo [Av. Reforma/Cuauhtémoc], el doble ciclocarril Santa Úrsula [Av. Santa Úrsula/Coyoacán], la Ciclovía Bicentenario (Chiem/Azcapotzalco), la Ciclovía de la Cd. de México (Tlalpan - Migue Hidalgo), entre otras.

***

Los encargados del atronador carro bajaron con precaución a Martha. La camilla, en la que reposaba la anciana, tocó el piso del paseo y entró de golpe en el inmueble de exteriores azules. Liliana y Eduardo entraron caminando, sujetados a cada una de las manos de Pablo, sin dificultades o lesiones aparentes.
Un enfermero que portaba bata blanca y tapabocas azul, salió de una puerta plegable hacia la sala de espera. Él se dirigió a la vitrina central y le explicó tanto a Kired como a Edgar, cómo dichas situaciones debían ser tratadas: en las que se acude (a los sanatorios) en calidad de deudor comprometido y no decisivo.
Los niños gimieron y sollozaron en cuanto vieron que a la anciana se la llevaron a la sala de urgencias. Mientras tanto, dos médicos no vacilaron en desaprovechar el momento y decidieron echar un vistazo a los niños. Aquel par sugirió una visita a la misma sala para corroborar que no hubiera lesión alguna, más allá de raspones y chichones. Y así los tres entraron a urgencias.
El trato se tornó increíblemente injusto, ante el padre del jinete, pero ya no había posibilidad de tirar los dados una vez más. Edgar había firmado una carta responsiva de forma apresurada, la cual lo comprometió a seguir firmando lo que dictara la institución y su séquito de bandidos blancuzcos con bozal.
Kired no tuvo de otra alternativa más que pedir una disculpa a su padre por el atentado, aunque ya nada solucionó. Y a su padre no le quedó más remedio que reiterar su compromiso y seguir firmando, a diestra y siniestra, cuanto recibo, ficha, ticket o cuenta cayó en sus manos aquella tarde, pese a que su hijo no tuvo por completo la culpa.

***

Del Topus Uranus

Ciudades de Holanda, Noruega, Suiza, Alemania, España, Dinamarca, Brasil, Italia, China, Estados Unidos, y ahora México, han adoptado una nueva forma de movilidad, mucho más sustentable, más sana y también más efectiva...
En conclusión, el uso de la bicicleta dejó de ser un actividad exclusiva de «los pueblos bicicleteros» y se adaptó a las manchas urbanas. La tradición de competitividad en dos ruedas dejó de ser patente de los velódromos y surgió una nueva manera de socialización. Las rutas, los descensos y las pruebas quedaron en sitios ajenos y un estilo de vida se formó en las metrópolis.

El programa EcoBici, con más de 150 mil usuarios registrados y más de 21 millones viajes en bicicleta (aproximadamente 3000 diarios hoy día), se consagra como el sistema cicloviário más grande de Latinoamérica.





Programas auspiciados por el GDF como Muévete en Bici, El Paseo de Todos, Ciclotón, Paseo Dominical, Paseo Nocturno, o, rodadas organizadas por colectivos y asociaciones civiles, no son pruebas de una búsqueda alternativa a los viejos medios de transporte o la intención de un estilo de vida más saludable, sino que trata de un fenómeno de concientización generacional que busca un equilibrio entre ciudad y ciudadanía… Si «la tierra es de quien la trabaja», las calles son de quienes las transitan...


1 comentario:

  1. Me gustó mucho tu reportaje porque yo no sabía ni la mitad de cosas sobre el ciclismo y las ciclovías que mencionas, y es una tristeza que no exista aún una cultura vial para el aprovechamiento y cuidado de estos espacios. Yo no suelo usar la bicicleta, pero saber que México está a la altura de otros países en cuento a infraestructura para los ciclistas me hace querer llevarlo a cabo, aunque mi colonia no sea de las equipadas, me informaría para hacerlo, me agrada muchísimo más la idea de usar la bicicleta al metro a diario.

    ResponderEliminar