miércoles, 27 de mayo de 2015

Tatuajes: Nueva alternativa terapéutica


Sofía Pérez Hernández.

En la actualidad se puede observar que es cada vez más frecuente ver en las a personas (en su mayoría jóvenes) portar tatuajes en distintas partes del cuerpo, así como de formas y tamaños: flores, frases, tribales, anclas, infinitos, animales, etc. Todo esto varia, dependiendo de quién lo porte. Haciéndonos pensar que ya hay una mayor aceptación por parte de la sociedad ante está practica tan antigua.

 No obstante,  aún existe una concepción negativa hacia los tatuajes, y por ende las personas que los portan sufren discriminación de cualquier tipo (laborar, en las calles, por su propia familia, etc.) o son juzgados, por algo que te identificaba como un delincuente o simplemente porque quienes tengan uno es porque quiere llamar la atención, como una manera de rebeldía.

Pero, no todo lo que ronda a los tatuajes es del todo malo. Pues, además de adornar  el cuerpo, son una forma de expresión que refleja personalidad o se les atribuye algún significado muy personal; es un elemento artístico que no sólo denota un símbolo de identificación, sino que puede servir también como una herramienta de curación psicológica.

Foto: P-ink.org
Ahora, el tatuaje está siendo utilizado por muchas personas como una nueva alternativa terapéutica para cubrir cicatrices, como consecuencia de algún accidente u operación. Con la finalidad de darle una nueva cara a su zona afectada con  un  diseño original y bello, que signifique algo muy importante para ellos, en especial para las mujeres sobrevivientes de cáncer de mama.

Ya que, las mujeres que sufren la pérdida de una o ambas mamas su autoestima tiende a bajar, pues los senos representan un elemento característico de la feminidad y un atractivo muy valioso para la sociedad en general, no por algo las cirugías de aumento de busto son de las más comunes entre las mujeres.

“Los senos son un punto de identidad muy importante, para la mujer. Y en ocasiones, a las sobrevivientes les es muy difícil asimilar su nueva apariencia. Es por ello que después de la cirugía las incorporamos a un programa de terapias, para poder ayudarlas y se acepten con su nueva imagen. A todas se les apoya, aunque para algunas exista la posibilidad de una reconstrucción,  pero eso depende mucho del diagnóstico médico. ” Afirma la psicóloga,  Jessica Hernández.

Así que, mientras algunas sobrevivientes esperan la reconstrucción de sus pechos (en dado caso de que haya la posibilidad de una reconstrucción), otras están recurriendo a esta nueva técnica terapéutica como forma de compensar y a la vez cubrir esa zona,  con un bello tatuaje muy femenino.

  “Cuando me enteré que tenía cáncer de mama, sentí que el mundo se me venía encima. Pensé en mis hijos, en mi esposo. Me  preocupaba mucho perder mis senos. Y aunque perdí uno, afortunadamente, mi cirugía permitió su reconstrucción. Pero, no la de mi pezón, por lo que decidí tatuármelo y para cubrir la cicatriz unas flores.” Cuenta Claudia Aguilar de 46 años, Bióloga y madre de dos jóvenes. Quien pertenece al proyecto de Heart INK México.
Foto: Heart INK México. Sesión de fotos hechas para dar a conocer a las guerreras.
El cual está dedicado a embellecer y darle otra cara a las cicatrices de estas mujeres con la ayuda de los tatuajes, a manos de los mejores tatuadores del país, tanto independientes como los pertenecientes a los más grandes estudios reconocidos en el Distrito Federal.

“Es una campaña motivacional para mujeres sobrevivientes de esta enfermedad”, explica Yamily Villagómez, creadora de la plataforma en línea. Además dice  ella y su compañero Juan José Becerra, se basaron en una idea de P.INK: http://p-ink.org/ (primer proyecto dedicado a las mujeres sobrevivientes de cáncer en Estados Unidos).
Foto: Proyecto P.INK. En Estados Unidos.

“El proyecto surgió  cuando estábamos trabajando para una agencia de publicidad  y tuvimos que ir a una organización de cáncer de mama que arrojó cifras impactantes de la tasa mortalidad  del cáncer en México. Así que decidimos crear nuestro propio proyecto aquí en el país.” dice Yamily.


Dio inicio en el mes de enero, cuando Yamily y Juan José después de acudir a la agencia de publicidad y quedaron impactados con las cifras, emprendieron una serie de visitas a organizaciones y fundaciones enfocadas a al cáncer de mama con la finalidad de informarse más a fondo sobre este tema.

Para el mes de marzo ya habían creado fan pageHeart INK México en Faceboock –actualmente su página de marzo hasta la fecha cuenta 5187 seguidores- y obtuvo una respuesta de más de 150 tatuadores profesionales de todo el país, que se ofrecían como voluntarios para formar parte de esta causa.

Foto: Heart INK México. Logo de la campaña

“Seleccionamos sólo a 35. Los elegimos con base a su trabajo, su experiencia y sus años tatuando, así como la técnica que utilizan”, explican los jóvenes. En el caso de las candidatas, acudieron al llamado 25 mujeres, que estaban dispuestas a poner su dorso a disposición de los tatuadores, quienes lograron pasar los filtros impuestos por los organizadores.


También afirma que es sin fines de lucro y que para poder financiarse lo hacen mediante crowdfunding: https://fondeadora.mx/projects/heart-ink-mexico (es una cooperación colectiva, mediante internet con la finalidad de conseguir dinero u otros recursos para el financiamiento de proyectos u organizaciones de otras personas). 

El proyecto se puso en marcha en el mes de abril, cuando los profesionales  empezaron a tatuar a las primeras nueve sobrevivientes. Para cada sesión y como forma de documentación, se tomaron fotografías y video, con la intención de mostrar el proceso que vivieron cada una de las “guerreras” (como se hacen llamar y por parte del equipo de Heart INK México),  las cuales se darán a conocer a principios del mes de junio. 
Foto: Heart INK México. Segunda parte del logo de la campaña.
“Todo fue documentado, así que cuando se den a conocer las fotografías existirá un video de cada mujer que muestre el proceso al tatuarlas y se dará la explicación cómo fue su antes y después del tatuaje”, comenta Juan José, sonriendo y mostrando algunas de las fotos que se tomaron. Pues el proceso de realización de los tatuajes, es  de aproximadamente dos días (para cada una de las mujeres) con el propósito de que no sea tan pesado para ellas y los tatuadores -ya que el diseño puede ser muy grande o necesite muchos detalles-, así como poder definir mejor los detalles del diseño.

“El primer día nos reunimos todos los del equipo con la  guerrera. Nos cuenta el por qué de no quererse someter a la reconstrucción y nos lleva sus análisis para que corroboremos que ya no presenta la enfermedad. Y de paso desayunamos y nos conocernos mejor”, comenta con una sonrisa y risa picara, Alejandro Lluhi, tatuador de 26 años. Seleccionado para formar parte del equipo de Heart INK México.
Foto: Heart INK México. Tatuador seleccionado para participar en el proyecto.
También afirma que algunas de las sobrevivientes son las que eligen el diseño con la intención de cubrir la cicatriz y otras lo hacen como un símbolo que les recuerde lo valientes que fueron ante la lucha contra el cáncer. Añade que le sorprendió bastante, que las mujeres a tatuarse aún teniendo la opción de una reconstrucción se hayan negado y recurrido al proyecto.

Así mismo, los fundadores de esta  causa vieron que hubo una respuesta positiva y el apoyo que han tenido -no sólo de las sobrevivientes, sino también de las personas que son ajenas a esta enfermedad- habrá una segunda ronda para las 16 mujeres  y los otros tatuadores restantes, que dará inicio a finales del mes de junio y concluirá en el mes octubre.

Lamentablemente el cáncer, no discrimina en cuanto se refiere a estatus social, sexo, edad, etc., y aunque las tasas de mortalidad estén disminuyendo o se esté cada vez más cerca para encontrar una cura contra esta enfermedad, sigue siendo muy perjudicial y desalentadora para quien por desgracia la padece.

Pues, según datos de la OMS  (Organización Mundial de la Salud) el cáncer de mama  en nuestro país, ocupa el segundo lugar en la tasa de mortalidad entre las mujeres con un 15.8 por ciento. El primer lugar lo ocupa otros tipos de cáncer  con el 50.4 por ciento, (no se especifica en la página cuales son), en  tercer lugar se encuentra el Cervicouterino con 12.0 por ciento,  el de Hígado con el 7.9 por ciento, el de Estómago 7.5 por ciento y en último lugar el de Tráquea, bronquios y pulmones con un 6.4 por ciento.

Por lo que se han presentado en nuestro país 20, 444 casos de cáncer de mama de 25, 000 –según una gráfica que se encuentra  en la página de la OMS: http://www.who.int/cancer/country-profiles/mex_es.pdf -. Desde el año 2006 el cáncer de mama es de las primeras causas de mortalidad por neoplasia –un tumor o formación de una masa- entre las mujeres mayores de 25 años.
Pero, estas cifras presentadas en México sólo con una mínima parte, pues hay cerca de un millón de muertes cada año y el 70 por ciento ocurren en países en desarrollo. Estos datos han sido comparados con los de las últimas dos décadas y hubo un incremento del 49.5 por ciento de muertes por causa de esta enfermedad.

Un claro ejemplo de que al cáncer no discrimina, es el caso de Janery Roldán, otra de las Guerreras de Heart INK, es estudiante de criminalística  y   con tal sólo 21 años descubrió en su seno izquierdo un absceso, con una probabilidad de convertirse en cáncer… 

Foto: Heart INK México. Sesión de fotos hechas para conocer a las guerreras.
Los de Heart INK México, tratan de crear un ambiente lleno de alegría y de confianza para que las sobrevivientes pudieran sentirse lo más cómodas posible, pues tomar la decisión de tatuarse es muy importante, porque es algo que se llevará por el resto de nuestras vidas, el trato con ellas debe de ser aún más atento que el que hay con los clientes comunes que llegasen a tener los tatuadores.

Aunque el día de su sesión cuenta Claudia Aguilar que le dio un poco de pena desprenderse de su blusa para comenzar con el tatuaje. Pero, que respiró profundamente, se quito su blusa y se sentó en el asiento que pronto Alejandro acomodaría, para que quedará completamente acostada y él pudiera comenzar con su trabajo. También afirma que al principio no sintió ningún dolor, sino unas pequeñas vibraciones.

Foto: P-ink.org

Donde dice que si le dolió, fue cuando la aguja tocó parte del hueso de la costilla cuando su tatuador estaba en la zona de la costilla: “sentí, como si me cortaran con una navaja. Eso fue lo que más dolió, que hasta grité”, comenta riéndose y haciendo una cara como si se estuviera acordando del dolor. “Estas cicatrices se quedarán por el resto de mi vida y se verán. Ya me acostumbré a ellas, pero que mejor si están adornadas de un bello tatuaje.”





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